12 jun 2009

"Quito la casa de los Dioses"

El Centro de Quito, se caracteriza por poseer una riqueza gastronómica única, que proviene de la mezcla de la cocina indígena y española, el aroma y el sabor de una de las más antiguas tradiciones, están escondidos en pequeños rincones de esta hermosa ciudad.

Antes de que el sol aparezca en la ciudad, la familia Cobo panaderos de la ciudad deben cumplir con un largo trabajo, una de sus primeras tareas es hornear las tradicionales y populares Quesadillas, que son elaboradas a base de queso, por eso su nombre, esta es una de las panaderías más antiguas y famosas.

Esta costumbre la implantó su abuelo Juan en 1935, cuando su panadería era conocida como Santa Rosa, la misma que estaba ubicada en el sector de La Ronda. Este negocio heredó su nuera y ella le transmitió a su hija Manuela Cobo. La receta con la que se elabora las quesadillas es la misma con la que utilizaba su abuelo que era en base a harina, queso y huevos.

Caminando por las calles del centro de Quito, llegamos a la Plaza de San Francisco, que es la más reconocida por su famosa e inigualable estructura colonial, pero por esta vez la Iglesia no es el encanto del día.

A varios metros de la plaza, un letrero escondido nos encontramos con un letrero escondido que dice: “Colaciones Cruz Verde”, en este lugar podemos encontrar a las tradicionales colaciones que son elaboradas por Luis Banda, uno de los productores más grandes de los dulces quiteños, él es la tercera generación encargada de hacer estos deliciosos bocadillos, la tradición viene desde 1915 la primera encargada y fundadora de este negocio fue Hortencia Espinoza, quien en su vejez heredo a sus hijos y ahora uno de sus nietos es el encargado.

Luis junto a su esposa Luzmila llevan elaborando estos dulces por 25 años, ellos han decidido conservar esta tradición utilizando el pailón de bronce donde su abuela se deleitaba haciendo estos exquisitos bocadillos que son preparados en base azúcar disuelta en agua, nuez, maní o almendra, este proceso dura más o menos dos horas en el que al bamboleo de la paila el azúcar con el maní, la nuez o la almendra se va compactando y tomando la forma redonda de las colaciones.

Adicionalmente a estos se elaboran los higos confitados, cuyo proceso se demora alrededor de 30 minutos, estos tienes la particularidad de estar confitados con miel del azúcar y son elaborados a diferencia de los otros una vez a la semana.

Por otra parte en el sur de la ciudad se encuentran los famosos Dulces Tradicionales de Quito, esta es una micro empresa familiar que lleva 80 años de tradición, en este lugar se puede percibir el aroma del exquisito manjar de leche, turrón de maní y dulce de guayaba.

Ermina Escobar de 75 años de edad, se dedica a la venta de bizcochos de sal y dulce, melvas, roscas de coco, pero su especialidad son los alfajores que ella con sus suaves y delicadas manos les da una forma peculiar y permite que todos sus clientes estén satisfechos con sus elaboraciones, como es el caso de José Reyes quien dice acudir a este lugar dos días a la semana, “Ermita es una señora que a pesar de su edad sabe mantener su clientela, es muy agradable el momento de vender y suele ser graciosa cada vez que nos ve pasar”.

Fernando Flores chef de “El 176 de la Eloy Café Restaurant”, afirma que en la nueva época de aprendizaje de la gastronomía, están incentivando a la recuperación de las tradiciones dentro de cada región, “la nostalgia del recuerdo no van a dejar que la repostería ancestral desaparezca”. También añade que en su café restaurant, no se ha dado lugar a esta tradición, por no conocer la técnica de la repostería que se utiliza, sin embargo pretende aprender para que su restaurant sea parte de esta gran cultura de los quiteños.

Manuel Hidalgo dice “Quito la casa de los Dioses, durante todo el tiempo que yo vivo aquí, muchas extranjeros y gente se otras provincias vienen a la capital en busca de esos dulces deliciosos, creo que es el lugar donde todo ecuatoriano desearía vivir, estamos rodeados de toda la belleza física y somos endulzados la vida cada día”.

30 ene 2009

Palacio Arzobispal

El Palacio Arzobispal es el lugar en donde esta toda la autoridad religiosa, pues aquí también reside el Obispo, este esta junto a uno de los edificios más antiguos de la ciudad, aunque ha sido modificado durante varios años, la función de este edificio es distinta ya que en sus patios interiores funcionan varios restaurantes, cafeterías, tiendas artesanales, galerías y ahora ya hay espacios para que los jóvenes puedan utilizar el Internet.

Este es un lugar muy especial ya que aquí podemos observar día a día la cotidianidad que tienen los quiteños y por supuesto pueden degustar de las delicias que estos restaurants nos ofrecen.

También en el segundo piso está el restaurante Hasta la Vuelta Señor, una excelente opción para disfrutar de platillos ecuatorianos e internacionales, lo cual lo hace my interesante.

El Palacio Arzobispal está ubicado frente a la Plaza Grande en el costado opuesto de la Catedral y a un lado del Palacio de Gobierno.